Caminata nocturna (primera parte) | Letras de Tania


Primera parte

¿Qué hacer cuando la noche se me presenta, helada y oportunista, ofreciéndome muchos placeres mundanos erigidos en sueños? Regularmente eso es algo que a las personas comunes les encanta. Soñar cosas agradables al espíritu, y despertar con una paz en el alma que los hace resistir un día más en esta vida ajetreada que nos tocó por azar. 
Pero, para mi, no representa lo mismo. 

Sueño que asesino sin piedad a alguien que, tal vez, lo merecía. Sueño muñecas degolladas y mutiladas en el fondo de un armario, y a aquella pequeña niña ciega y fantasmagórica que me las presta para jugar. Sueño miedo y terror. Sueño sangre, y soberbia pasión. Es eso lo que me impulsa a seguir mis días en cálida indiferencia. 

Aunque… algo más impulsa mis movimientos certeros y agresivos. Algo misterioso que recorre mi cuello desnudo, pasando por mi espina dorsal sus uñas afiladas y curiosas, y levanta sonrisas donde antes sólo hubo destrucción y lagrimeantes expresiones caóticas. 

Ahora mismo ha aparecido. Se encuentra detrás de mi, acariciando mi desarreglado peinado, susurrando en un lenguaje que aún no comprendo del todo, pero que me tranquiliza sólo con que salga de sus labios.

“Es hora” me digo, a medida que me pongo de pie y me encamino hacia aquel paraje perdido, hacia donde la neblina se encarga de ocultar los más grandes horrores surgidos de la imaginación. “Es hora”, alcanzo a comprender por fin entre susurros ajenos, mezclados ahora con los míos. 

La niebla se cierra cada vez más, como si me estuviera acercando a su origen. Empiezo a pisar agua. Se sumergen mis pies a medida que me muevo, pero ni el agua helada subiendo por la ropa y el cuerpo, me detienen. Sube hasta la cintura. Me congela y me enciende. 

“Es hora” escucho el murmullo, ahora mezclado con las heladas aguas, y, de repente, algo me atrae hacia sí con una fuerza descomunal, hundiendo mi voluntad.

Ahora, todo es tiniebla.

¿A dónde me lleva este río de incertidumbre? 

Cierro los ojos, confiando en que me muevo y no precisamente hacia la muerte. Respiro, mi adrenalina está a tope, y añoro con todas mis fuerzas encontrar el camino que la oscuridad está a punto de revelar.

Continuaré como caminata nocturna, aunque esta vez, con un nuevo rumbo. 

(CONTINUARÁ...)

¿Y bien? ¿Qué les pareció esta primera parte? No olvides comentar qué te parece la historia. No olvides que puedes revisar los demás escritos de terror haciendo click AQUÍ, y si quieres seguirme en mis redes sociales puedes encontrarme en Facebook, Twitter e Instagram

¡Gracias de todo corazón por leer!

¡Nos leemos pronto!

Tania S.

Comentarios