Ahora recorres estrellas | Letras de Tania

Les estoy escribiendo este viernes 20 de abril. 

Justo un día como hoy de hace una semana falleció mi abuelo, el padre de mi madre. Tenía 88 años, y fue una persona que sin lugar a dudas marcó mi vida, y la de todos los que tuvimos la fortuna de pasar tiempo con él. 

Dejé el siguiente mensaje en Facebook, casi al mismo tiempo que algunas de mis primas, con el afán de compartirle a todos nuestros conocidos la mala noticia. 

Mi abuelo acaba de fallecer. Después de casi una semana de incertidumbre hoy nos ha dejado. Él siempre fue para mí un pilar de carácter, protección e inmenso cariño. Mi mayor consuelo hoy es que él vive en mí, en mi sangre y en todos los recuerdos felices que compartimos junto con toda mi familia. 
Te quiero abuelito. Te quiero desde que nací, y te voy a querer hasta que me vaya. 
Gracias por tanto amor.

Me dio mucha ilusión que a través de nosotras haya quedado también una despedida escrita, para que nunca quede en duda lo bueno que fue con todos nosotros, y lo mucho que aprendimos de él. 

De parte de L. S.:
Me diste tu apellido, tipo de sangre raro, tu pasión por los viajes y la vagancia, el gusto por el bendito café y muchas cosas más!

Gracias por todas tus enseñanzas, cuidados y aventuras, por tu cariño, unión y amor a esta gran familia que formaste y que hoy te dice Hasta Pronto.
Siempre en mi mente y en mi corazón:
Enrique Ferro (1929-2018)
De parte de M. E.:
Hoy me despido de ti con gran tristeza, gracias por ser esa persona tan especial en mi vida, esa persona que siempre estuvo para apoyarme, por todas esas veces que me sentía triste y me levantaste, por todas las enseñanzas que me dejaste, por todos los viajes a tu lado, por todas esas tardes de café y una buena platica y sobre todo por ser el mejor abuelito de todos.
De parte de C. E.:
No tengo palabras de cómo explicar el dolor de saber que ya no vas estar aquí y de lo mucho que agradezco los momentos grandiosos que pasamos, de lo mucho que crecí a tu lado , de todas esas lecciones y aventuras que vivimos juntos.
Solo me queda decir que no es un adiós sino un hasta pronto, espero encontrarte del otro lado y volverte a dar un abrazo.
De parte de N. D.:
Hoy se fue mi abuelo. Solo puedo agradecer que haya estado siempre en mi vida. Agradezco sus consejos, sus cuidados. Agradezco que me haya enseñado a manejar, que vigilara mis amistades y que me acompañara a comer todas las tardes después de preguntarme como me había ido en la escuela. Agradezco que estuviera al pendiente cuando me iba de fiesta y que me regañara por llegar más tarde. Agradezco que estuviera presente en cada momento importante. Agradezco que me quisiera tanto y lo voy a extrañar inmensamente.
Enrique Ferro fue único. Fue mi amado abuelito y lo amaré toda la vida.
De parte de L. A.:
El cielo de esta noche será iluminado con una nueva estrella 🌟te extrañaremos abuelito 😔 Enrique Ferro (1929-2018).
Justo después de haber publicado las palabras que puse yo, pasó por mi mente esa canción de una de las películas del Rey León de Disney, y la frase que Rafiki le dice a Simba cuando él habla de su padre, diciendo que ya no está. Tal vez por eso me vino a la mente, y no he dejado de darle vueltas desde entonces:

"Él vive en ti" 

Cuando algo así sucede, marca el alma. Sabemos a la larga que él vive en todo lo felices que fuimos en su compañía, todos los recuerdos positivos que dejó, además de todo lo que aprendimos. Nos enseñó a nunca darnos por vencidos, a que se puede salir adelante mientras haya perseverancia, a que todo va a salir bien mientras haya unidad, fuerza y amor. Nos enseñó a ser una familia unida, a ser viajantes eternos de esta vida llena de posibilidades, a defender a capa y espada nuestros ideales, y a nunca dejar de intentar cumplirlos.

Me llena de ilusión pensar que si ya no está aquí, es porque se fue de viaje. Viajar era una de las cosas que más le gustaba hacer a mi abuelo. Conocer, ver, y caminar mucho. Aún en sus últimos años nunca quiso ser señor de aquellos que se quedan en casa, y nunca fue de su gusto el encierro. Ahora él viaja más allá de cualquier horizonte, y su ser recorre todos aquellos lugares que le faltaron por conocer, e incluso ahora tiene la oportunidad de ir más allá de lo que cualquiera de nosotros podría. 

Quien sabe, justo en este momento podría estarnos pensando sentado en una estrella fugaz, y planeando su siguiente aventura... 

Viaja, diviértete, sonríe y disfruta. 
Hasta pronto, abuelo Enrique. 
Te quise y te querré siempre.



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