Elixir de doble filo | Letras de Tania

Mi elixir se terminó, después de tanto tiempo.

Aquel deleite sin retorno, por fin se llegaba a su fin.

Miré el frasco, pequeño y delicado que se extendía frente a mi, con la poca mirada de niña pequeña, que me quedaba.

Quería más, pero era sumamente necesario alejarme del éxtasis que el elixir me causaba.

Siempre terminaba sentada en un rincón de aquel verde jardín,

sin vivacidad alguna por quedarme en este mundo.

El elixir inspira la somnolencia, y provoca fantasías y pesadillas por igual.

Un sopor incontrolable que reduce la velocidad con la que el aliento fluye en mis pulmones.

En resumen, es un coagulante de ideas.

Ataviado de ideal, el elixir me parece, también, un veneno.

Una puerta a todos los disparates que pasan por la mente a lo largo de los días más ociosos.

El elixir es aquello que satura, y vuelve a vaciar para poder empezar de cero.

Es una intrusión al razonamiento básico,

una dádiva que impulsa a la imaginación,

a un extremo al que nunca quise llegar.

¿Sabes lo que hay dentro de la mente cuando

lo que la llenaba desaparece de repente?

El elixir lo sabe. Si lo bebes, puede que se digne a contártelo.

Y puede, también, dignarse a negarte cualquier respuesta.


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¡Muchas gracias por leer!
¡Nos leemos pronto!

Tania S.

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